marzo 02, 2012

Macho Montés


Tras el encuentro ocasional con alguno de estos majestuosos animales, me propuse ir a su encuentro para realizar alguna fotografía que mereciera la pena. Asi que ese día tocaba sacar a pasear 6 kilos de equipo en la mochila. Comencé a andar a las 8:50 de la mañana y en una hora me encontraba en el Collado de la Dehesilla. Una paradita a comer una manzana, y a protegerme de la fina lluvia que caía en ese momento. A partir de aquí el paseo fue
más calmado, disfrutando de las bellas vistas que proporciona la subida, y tratando de encontrar mi objetivo entre los riscos más escarpados. Para mi sorpresa, no tarde mucho en ver un pequeño grupo de hembras, aunque un poco alejadas, incluso para mi 500 mm. Seguí caminando hacia La pradera del Yelmo, y los encontré. Sesteando al sol, sobre unas rocas algo apartadas del tránsito de los excursionistas. Un grupo de cinco machos, con sus imponentes cornamentas. ¡Que espectacular! Me acerque hasta unos 50 metros de distancia, con calma para que no se pusieran nerviosos y huyeran. Y allí, apoyándo sobre una piedra, y viendo mi objetivo cumplido, me dispuse a realizar las instantáneas que aquí os muestro. Esperando con paciencia, las posturas y movimientos que proporcionaban las imágenes más atractivas de tan bellos ejemplares.